LA EXPERIENCIA URUGUAYA DEL SISTEMA COLEGIADO DE GOBIERNO



La Experiencia Uruguaya del Sistema Colegiado de Gobierno

Por Aurelio Nicolella

Debemos hacer referencia que en la República Oriental del Uruguay en el siglo pasado se intento sin éxito una forma distinta de gobierno con participación de la minoría en el Poder Ejecutivo. El Uruguay de principios de la década del cincuenta vivía en lo que era para muchos el mejor momento del siglo XX para toda la parte sur del continente sudamericano, tal que Uruguay era llamada “La Suiza de América” y era común escuchar de los uruguayos decir sin un dejo de “chauvinismo” que “Como Uruguay no hay”, y pensar que en estos días hemos podido ver como naufragaban esos dichos, llegando el actual gobierno presidencialista de Uruguay a decretar un feriado bancario después de setenta años de no hacerlo, y para colmo viviendo saqueos a comercios de la capital uruguaya, ello producto de la mala administración del ejecutivo uruguayo.
Pero debemos mencionar que el Uruguay del año 1951 era muy distinto al actual, es así, que en dicho año las autoridades del país ensayan lo que se llamo en la Constitución de 1952 el “Consejo Nacional de Gobierno”, cabe mencionar que el sistema colegiado de gobierno rigió en la República Oriental del Uruguay durante el período 1952-1966, que fuera establecida como se mencionó por la reforma constitucional de 1952, la misma manifestaba en la Sección IX, Capitulo I Art. 149: “El Poder Ejecutivo será ejercido por el Consejo Nacional de Gobierno....”. Dicha Constitución manifestaba que todo el territorio del República era considerado una sola circunscripción electoral, rigiendo el sistema de lemas y sublemas, al lema más votado, o sea a la suma de todos los sublemas de un partido le corresponde seis miembros y los tres restantes al lema que siga en orden, había una cantidad igual a Consejeros Suplentes, para el caso de fallecimiento, licencia, destitución o renuncia.
El mandato del Consejo Nacional de Gobierno era de cuatro años. Presidía el Consejo uno de los miembros de la mayoría que cambiaba anualmente. El sistema en Uruguay no funciono debido a los cambios que sufrió América del Sur principalmente a la denominada “Guerra Fría” y los graves problemas económicos de la región que afectaron al Uruguay y a este ensayo de sistema político es así que en las elecciones de 1966 junto con la aprobación de la “Reforma Naranja” se entregaba el certificado de defunción al Sistema Colegiado Uruguayo de Gobierno, se volvía al presidencialismo (un presidente con mayores poderes, cuyo mandato duraba cinco años) luego en meses más tarde se sancionaría la nueva constitución de la República Oriental del Uruguay de 1967, la que fue modificada con reformas parciales en 1989, 1994 y 1997.
El sistema en sí no prospero debido a que lo único que se intento fue hacer participar a la primera minoría en el gobierno, muy difícil que un sistema funcione teniendo precisamente a la oposición en el gobierno, es que en el caso del Sistema Colegiado Uruguayo no se trataba de una alianza o un co-gobierno, no olvidemos que la primera minoría llegaba al poder por vía del voto pero nunca ejercía en si la “Presidencia del Consejo”. Debemos mencionar los graves problemas que sucedieron en los catorce años de vigencia del sistema, en 1954 tras dos años de instauración del sistema se entro en una grave crisis económica, la más prolongada para su tiempo, se empezó a ver las insuficiencias del modelo de desarrollo industrial, el parlamento siempre acompaño al Ejecutivo en sanciones de leyes, salvo algunos casos excepcionales.
El caso de alianzas entre los distintos sectores de los partidos mayoritarios uruguayos hizo que varios de sublemas ingresaran en el sistema político del pequeño país sudamericano, tal es que en 1958 gana las elecciones el partido de la minoría el “Blanco” pasando el “Colorado” a ser minoría, comienzan las en dicho período las detracciones a las exportaciones y la devaluación de la moneda nacional, se impone la “Reforma Cambiaria”, irrumpe como dijimos el pero de lo males de la sociedad sudamericana el Movimiento de Liberación Nacional” (MLN Tupamaros), la primera guerrilla urbana del mundo, comenzando la lucha armada y el terrorismo.
Evidentemente Uruguay dejaba ser el país prospero de 1952, las circunstancias llevan a que se necesite de un sistema presidencialista, ese era el criterio que imperaba en muchas mentes de la clase política uruguaya, todo ello con el fin de que se tomen decisiones cruciales, fuertes y rápidas para el devenir de la nación, los hechos demuestran que casi siete años después Uruguay entraba en la bordaberryzación, (debemos mencionar que el presente término es un neologismo político que se refiere al Presidente Juan María Bordaberry que gobernó Uruguay de 1972 a 1976) y que en junio de 1973 disolvió el parlamento nacional, dando pie a la intervención militar uruguaya en la vida política de este país, a partir de este episodio comenzó acuñarse el término “bordaberryzación” para describir situaciones análogas donde el gobierno civil cede ante la presión militar), dicha actitud derribo luego en una dictadura que fue sangrienta, con muertos y “desapariciones”, la decisión otra vez fue errada, creyendo que teniendo un Ejecutivo unipersonal fuerte se puede tomar decisiones.
Con el caso uruguayo queda demostrado que las distintas variantes del sistema presidencialista no es la solución de los problemas, y que realmente como se vera más adelante no es el pueblo el que gobierna realmente en el sistema presidencialista, ni sus representantes.
Cabe entonces la pregunta, aunque a la historia no se la pueda trocar o cambiar, y es ¿Qué si la realidad uruguaya hubiese distinta y que, de haberse implementado un régimen parlamentario en 1952 y no un sistema colegiado (variante del presidencialismo) como se hizo, hubiera sido lo mismo? ¿Se hubiera llegado al extremo de violar los mínimos derechos humanos de los habitantes?, ¿Habría existido la dictadura de 1973?, ¿Se habría caído en un “real” vació de confianza en las instituciones nacionales?. Las contestaciones la tendrá seguramente el lector.